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                                 LOS GEMIDOS

 

El noble español, el Marqués de Azúa, fue el primer dueño del Valle de Hijuelas. Su territorio era extenso como su brazo, que representaba muy bien el dicho: “ a Dios rezando y con el mazo dando”.

 

Fue cruel , como todos los españoles llegados a Chile en busca de fama y fortuna.

 

Cuentan que años más tarde, estas tierras pasaron a manos de Doña Catalina de los Ríos y Lisperguer, conocida como La Quintrala; famosa por su maldad y crueldad con la gente que le rodeaba, especialmente con sus servidores.

 

El esposo de esta dama, Don Alonso de Campofrío: Capitán y encomendero del ejército español, fue vendiendo parte de estas tierras. Se sabe que uno de sus compradores fue don Manuel de Torrejón y Puente, corregidor de Quillota en 1718; así es como siglos atrás, una parte de este territorio fue llamado Las Hijuelas de Torrejón.

 

El Marqués de Azúa, estableció su residencia en el sector llamado La Peña, para su servicio, trajo desde Talagante, indios; familias de indios, cuyo cacique fue Marillanca, y los estableció en el Valle de Purutún.

 

Español, y de esa época, el Marqués de Azúa era muy católico; así es que hizo construir una capilla, trajo desde España una virgen, esta imagen; una reliquia hecha en madera – como lo eran parte importante de las imágenes traídas desde Europa -  fue instalada en la capilla de Purutún.

 

Para danzarle y ofrecerle procesiones a esta virgen, estos indios tenían órdenes estrictas de vestir libreas: que eran uniformes de colores; ropas que, los señores de ese tiempo , le hacían llevar a sus criados.

 

Pasado muchas liturgias y celebraciones a la virgen, esta ropa fue envejeciendo ; gastándose, rompiéndose. Así es que los indios decidieron cambiarlas sin consultar a su amo, el marqués.

 

Al enterarse, montó en cólera, pues consideró el hecho como un acto de rebeldía y soberbia, Fue, de esta manera, como en castigo los desterró  a todos  a un lugar baldío y pedregoso – por la acción del río Aconcagua – nació así un nuevo pueblo: Pueblo de Indios.

 

Tiempo después, el Marqués, regaló la virgen a parientes del cacique Marillanca, heredándola sus descendientes.

Hoy, esta virgen se encuentra en la capilla de Petorquita, segundo hogar, - pues el primero fue Purutún – la primera capilla erigida en Hijuelas.

 

Pero esta ofrenda no detiene, en noches de luna llena, el peregrinar doloroso de los indios al destierro; y cuando todo queda a oscuras, sin luna mirando, el látigo aún resuena en el roble – el que conoce toda la historia – ahí, donde se pueden sentir los gemidos de aquellos que pagaron con sangre la ofensa.

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